Ese demonio llamado "ego"...

Ese demonio llamado "ego"...

Viviana M M

El ego dice: "cuando todas las cosas estén en su lugar, yo encontraré la paz".

El espíritu dice: "encuentra la paz y todo lo demás estará en su lugar".

Es un escrito que encontré por casualidad en una imagen de Facebook que nos recuerda las incansables búsquedas de nuestro ego por la perfección.

Sin embargo, creo que solo se trata de darle al Ego su valor y posición justa, ni tanto que lo eleve sobre el cielo, nublando con ello nuestra visión, ni tanto que lo deje bajo tierra y no nos permita ver la luz del día.

Así pues, expongo tres posibles situaciones que se presentan en nuestras vidas y en nuestros pensamientos:

1. No existo... no soy valorado porque no soy importante.  ¡El otro sí que lo es! Y yo estoy tan abajo que ni si quiera me ves. Son expresiones de nuestro ego sub-valorado que nos lleva a dejar nuestro ser a un lado, dando todo el valor a lo que los otros dicen o hacen y golpeando nuestro amor propio.  
2. ¡Soy superior!Soy mejor que el otro, salgo de lo común y quiero que lo veas y que me lo digas aunque yo esté tan alto que no te vea ni te escuche. Son expresiones de nuestro ego sobre- valorado que nos lleva a creernos siempre más que los otros y a ver todos sus defectos e inconsistencias, a señalarnos y en muchas ocasiones a sentirnos el ejemplo a seguir, no respetando con ello su propio derecho de ser y de aprender a su propio ritmo en el camino de la vida.
3. ¡Existo! Soy persona. Reconocida y merecedora. Soy vista y veo al otro, lo reconozco y lo respeto. Considero que es ese equilibrio que debemos buscar, donde nos amemos a nosotros mismos pero también amemos al otro tal y como es, entendiendo que somos diferentes y que en esa diferencia a veces simplemente debemos tomar nuestras propias decisiones y avanzar, independientemente de si el otro lo hace con nosotros o no lo hace, a nuestro paso, o si deciden seguir otro caminar o quedarse en el mismo lugar.

En diferentes momentos de mi día me encuentro en alguna de estas situaciones extremas, donde no existo o donde me siento superior al otro, es cuando lo percibo, que tomo conciencia y me digo "el otro también tiene cosas buenas, y vive su propio destino, a su propio ritmo, lo acepto como es"... y mientras respiro, la calma vuelve a mí y me lleva a la armonía de ser humano.

¿Qué opinas de estas 3 ideas? ¿Cómo percibes a tu ego?